El Bugatti Veyron es uno de los superdeportivos más seminales del siglo XXI. En ese momento, era el automóvil de producción más poderoso del mundo cuando se lanzó en 2005, y, a pesar de ser superado por el Chiron de 1.500 Hp, todavía es buscado por los coleccionistas de automóviles. Solo se produjeron 270 ejemplos de la variante original 16.4 Veyron, pero para aquellos que querían hacerlo más exclusivo, la personalización de automóviles alemana Masonry aplicó sus talentos de ajuste a un puñado de Veyrons. Una de sus creaciones más conocidas fue la Veyron Linea Vivere.
Solo existen dos en el mundo, uno de los cuales está a la venta en James Edition. Además de su motor W16 de 8.0 litros con turbocompresor cuádruple y su exclusivo trabajo de personalización, lo que hace que este Veyron sea aún más especial es que es el tercer modelo que salió de la línea de producción en 2007. Se podría pensar que ya lo haría extremadamente coleccionable y valioso, pero el propietario decidió enviar el superdeportivo a Mansory para hacerlo aún más único. Acabado en blanco mate, el exterior presenta un llamativo tejido de fibra de carbono Mansory, nuevos parachoques delantero y trasero de carbono y un capó rediseñado. Mansory también agregó luces diurnas, faldones laterales y ruedas personalizadas totalmente forjadas.
El interior también se ha modificado ampliamente con piezas Mansory personalizadas, tapicería de cuero cosida a mano en blanco y negro que combina con el exterior, pedales de aluminio y grandes cantidades de fibra de carbono. Como era de esperar, no se ha incluido un precio para el Veyron Linea Vivere, pero no hace falta decir que necesitará bolsillos profundos para pagarlo.
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